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Arquitectos: Luiz Volpato Arquitetura
- Área: 454 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Estúdio Eduardo Macarios
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La petición del cliente de crear una residencia para una familia pequeña en un contexto de propiedades a gran escala planteaba un reto de diseño único. Esta necesidad de escala y volumen en el entorno inmediato, junto con la fuerte pendiente del terreno, la orientación geográfica y la presencia de un gran bosque en la parte trasera de la parcela, condujeron a la estrategia de diseño y ejecución: un prisma básico elevado sintetizó la solución para cumplir todas las premisas iniciales.
La topografía de la parcela, con su pronunciada pendiente, ofrecía una oportunidad única para integrar la casa en el paisaje natural, aprovechando las vistas y el borde del bosque que la delimita para crear privacidad y conexión con la naturaleza. Este cuidadoso equilibrio entre escala, topografía y clima sería esencial para crear un espacio que no sólo satisfaga las necesidades de la familia, sino que enriquezca el tejido del condominio y la relación con el entorno. Sin ningún formalismo, el volumen se ha configurado rígidamente, flotando en el paisaje y apoyado mínimamente en los cimientos que albergan la planta del garaje y el gimnasio. Desde el momento en que entran, los visitantes perciben en primer lugar la fuerte interacción entre el edificio y el terreno natural, y sólo después podrán acceder a la residencia propiamente dicha a través de una escalera escultórica. La distribución de los espacios interiores acentúa la relación entre las zonas sociales y de estar. Para ello, la cocina gourmet, el comedor y la sala de estar se integraron en un gran espacio de doble altura y se vincularon estrechamente con la naturaleza a través de grandes superficies acristaladas.
Los dormitorios se diseñaron en el nivel superior. La suite principal tiene las mismas características espaciales que las zonas de estar. El sistema constructivo se resolvió con una estructura metálica, utilizando perfiles normalizados y forjados de chapa de acero. Este sistema permitió salvar vanos con apoyos mínimos, reduciendo el número de elementos estructurales en contacto con el suelo y posibilitando la basculación de las fachadas, aportando ligereza y la deseada permeabilidad visual orientada hacia el bosque. La fachada delantera se diseñó con un jardín elevado y semicerrado y está revestida con una malla metálica de aluminio que restaura la pureza de la volumetría del prisma. La fachada trasera, por su parte, se ha resuelto con grandes superficies acristaladas que proporcionan una apertura y permiten la plena integración con el bosque.